domingo, 27 de abril de 2008

Y reflexionó, y no llegó a ninguna parte


Y cerró los ojos, y entreabrió la boca.
Y pensó en lo que hizo, y lloró por lo que no pudo hacer.

Se tumbó en la cama y miró al techo.
Todo lo que le rodeaba le parecía completamente ajeno y, por otro lado, formaba parte de su historia.
Se llevó la mano al pecho y guardó sus recuerdos bajo la almohada.

Y entreabrió los ojos, y cerró la boca
Y lloró por lo que hizo, y pensó en lo que no pudo hacer.

sábado, 26 de abril de 2008

Lyric (I)


Summer has come and passed
The innocent can never last
wake me up when september ends

like my fathers come to pass
seven years has gone so fast
wake me up when september ends

here comes the rain again
falling from the stars
drenched in my pain again
becoming who we are

as my memory rests
but never forgets what I lost
wake me up when september ends

summer has come and passed
the innocent can never last
wake me up when september ends

ring out the bells again
like we did when spring began
wake me up when september ends

here comes the rain again
falling from the stars
drenched in my pain again
becoming who we are

as my memory rests
but never forgets what I lost
wake me up when september ends

Summer has come and passed
The innocent can never last
wake me up when september ends

like my father´s come to pass
twenty years has gone so fast
wake me up when september ends
wake me up when september ends
wake me up when september ends


Broken Mirror




¿Superficial?...sólo conmigo misma.




¿Superficial?...sólo conmigo misma.




¿Superficial ...sólo conmigo misma.




¿Superficial?...sólo conmigo misma.




¿Superficial?...sólo conmigo misma.

viernes, 25 de abril de 2008

~

Me paro.
Respiro.
Intento dar un paso.
Algo me lo impide.
Susurro algo.
Lloro.
Doy un paso, lo he conseguido.
Me relajo.
Respiro.
Alzo un poco la voz.
Doy un paso más.

Sé que puedo hacerlo, comienzo a andar.
Sonrío.
Tonta.
Cierro los ojos y recuerdo.
Algo me empuja.
Caigo al suelo.
Grito.
No...no puedo.
¿Qué me queda?

-Una falsa sonrisa.
Tonta.

Polvitos gaseosos ♪


Nubes...ojalá pudiera modificarlas a mi manera.Estaría bonito que yo pudiera manejarlas para que dijesen justo lo que quiero.Me gustaría que me diesen la razón, y me ayudaran a no sentirme inútil.Me gustaría poder extender los brazos y sentir que las toco, que vivo en una realidad y no en un sueño.Que todo lo que yo quiero conseguir en la vida puede ser posible. Pero claro...¿cómo voy a conseguirlo si nisiquiera me creo capaz de ello? Quiero que alguien me regale una nube para poder soñar cuanto quiera sin miedo a hacerlo.Una nube en la que subirme y por ello no me señalen con el dedo y me llamen "ilusa". Pero quizás no esté bien que la gente me regale las cosas.Quizás sea hora de conseguirlo por mi misma...

jueves, 24 de abril de 2008

1...2...3...


La pequeña miró hacia atrás asustada.Con una mano en el pecho observó cómo el techo y las paredes de aquel larguísimo pasillo se iban derrumbando a su paso.Cogió otra bocanada de aire y a punto de salírsele unas lágrimas de sus ojos, siguió corriendo y corriendo.Notaba los latidos de su acelerado corazón en su garganta y tragó la escasa saliva que aún quedaba en su cavidad.Soltó una serie de pequeños gritos al compás del sonido de sus fuertes y rápidas pisadas.Notaba una fuerte agonía en el pecho a medida que iba avanzando y, confundida por ello, comenzó a correr más rápido.

De pronto, divisó una figura femenina que se plantó justo en frente suya.Portaba unas graciosas y esponjosas orejitas en lo alto de la cabeza y un gracioso pompón en el trasero, como queriendo imitar a un suave conejo.La chica, un poco confundida por aquella aparición paró en seco mirando como hipnotizada a la mujer.Cuando volvió a escuchar el ruido de las paredes cayendo contra el suelo, miró hacia atrás aterrorizada de nuevo.Quiso correr, pero sus piernas no se movían, algo extraño en aquella presencia se lo impedía. Con el rostro levemente fruncido quiso apartarla con todas sus fuerzas para que la dejase avanzar.

La mujer, con un gesto negativo de cabeza y una pequeña sonrisa, la cogió fuerte de la mano.El suelo que había cerca de ellas comenzaba a evaporarse, y la niña asustada se abrazó fuerte a la mayor.

-No puedes huir siempre...-Susurró con la misma sonrisa.


- ¿De qué?-Preguntó la chica confundida ante las palabras de la misteriosa individua.


-De tus problemas.

De pronto todo el largo pasillo desapareció por arte de magia.La niña parpadeó y miró a su alrededor unas cuantas veces.No estaban pisando nada, se encontraban suspendidas en un ambiente oscuro.Un poco sorprendida, dio un paso hacia atrás, apartándose de la mujer.Aquella presencia le hacía sentir segura, aunque a la vez frágil.

Suspiró hondo mientras las palabras escuchadas le daban vueltas en sus pensamientos.Afirmó secamente y pensó en su hogar: un enorme campo verdoso y al final una pequeña casa humilde y acogedora.Una sonrisa se dibujó en su rostro y sintió de nuevo la calidez y la suavidad de sus ropas.

A sus pies se tendió el campo que minutos antes estaba en su cabeza y miró a su alrededor casi sin poder creérselo.Estaba de nuevo en su casa.Miró hacia atrás y contenta exclamó:

- ¡Grac...!-No pudo terminar de agradecerle todo a la muchacha, ya que cuando se giró no había ni rastro de ella.Un poco confundida se encogió de hombros y corrió hacia su casa mirando de vez en cuando hacia atrás.

Tea on Moon


En algún cráter escondido del brillante satélite terrestre, un peluche viejo y una ingenua jovencita se reunían alrededor de una pequeña mesa circular de madera con mantel de cuadros rojos.La muchacha, bebía de una taza blanca de porcelana con bellos estampados floridos; con una mezcla de astío y desgano.Tenía los ojos vacíos y de sus brazos, piernas y cabeza, salían unos finos hilos que iban a parar todos juntos a una paleta de madera que sujetaba el conejo de sonrisa insana.Hablamos de un viejo y desgastado peluche de un dulce conejito con dos botones por ojos, boca de hilo y relleno blandito que sobresalía de algunas costuras rotas; la mayoría tapadas por viejos parches que habían ido perdido el color con el tiempo.Éste, se encargaba de que, cada vez que la taza de la chica estuviese vacía de problemas, preocupaciones, tristeza y sufrimiento, volvía a llenarla siempre al mismo volúmen.


Sí, le gustaba ver cómo era manejada, le gustaba ver cómo se retorcía de dolor en silencio y cómo derramaba lágrimas de sus ojos esmeralda.Sí, le gustaba ver que ahora el ser inerte que no podía defenderse de la crueldad de su dueño, era ella.


La chica, viendo que su frágil cuerpo no aguantaba más, dejó la taza caer viendo cómo aquellos sentimientos tan crueles se esparcían encima del polvo lunar.Se desplomó acto seguido en la mesa.El conejo sonrió.Sí, se lo había pasado bien dándole a probar a aquella niña, que tanto le había manejado con sus juegos, su propia medicina.Haciéndola sentir cómo es ser la marioneta de alguien con un poder claramente más elevado al no poderse defender uno por sus propios medios.


Observó que de los orificios de la chica resbalaba un transparente líquido de color marrón, cayendo así en gran parte del mantel, que absorvió rápido la sustancia.


-Señorita...¿más té?