Allí se encontraba, sentada al borde de un acantilado que no tenía fin concreto.Con una mirada de terror miraba al vacío.Resbaló pero algo la cogió de la mano.Miró hacia arriba y les vio.
Allí estaban ellos, sus amigos, observándola siempre con una sonrisa lo más sincera posible.Allí estaban ellos, siempre animándola cuando lo necesitaba.Allí estaban, afrontando sus propios problemas y los que ella no era capaz de solucionar por sí misma.Allí estaban esas personas tan importantes para ella.
Y le tendieron una vez más su mano, y ella lo vio todo con claridad.Y cogió sus manos fuertemente, y se incorporó llenándose de una fuerza que poco antes estaba desvanecida.
Y de pronto, como una ilusión óptica, observó a miles de personas más frente a ella.Todas caras conocidas, por supuesto, ¿Cómo olvidarlas?
Y allí estaban.Absolutamente todos sus amigos, esas personas de confianza que siempre te apoyan y están en los momentos difíciles.Su cara se iluminó en menos de un segundo.Y ahora por fin entendía todo.Y ahora por fin entendía que todo merecía la pena gracias a ellos.Que aunque muchas veces no fuesen conscientes de lo que hacían por ella, todo se aclaraba en su mente y los problemas de alrededor gracias a ellos.Puede que alguna vez discutiesen, o hubiesen malentendidos, pero seguían siendo las personas más importantes de su vida.Porque ella pocas veces demostraba tal cosa, y se arrepentía de ello.Pero esa era la realidad.Su realidad, gracias a ellos.
Y ella les agradecía a cada minuto, que día a día la hiciesen reír, llorar, imaginar, preocuparse, madurar, conocerse a sí misma...
Y juntos todos se cogieron de la mano, y saltaron al vacío, sintiéndose fuertes para afrontar todo los que se les pusiera por delante.Sintiéndose fuertes porque sabían que podían contar con sus amigos.
Porque quizás todos tengamos más amigos de los que imaginamos...